Y aunque parezca completamente increíble lo cierto es que la combinación entre una larga tradición local de uso de tabaco con una pobre regulación gubernamental, en buena medida fomentada por el dinero que utilizan las tabacaleras para cabildear a favor de su producto, han provocado que en Indonesia la promoción del fumar llegue a patológicos niveles, como es el caso de que incluso se promueva como una cura contra el cáncer.

El “tratamiento” para aquellos que sufren de enfisema pulmonar consiste en soplar humo de “cigarrillos divinos” a través de un tubo conectado a los pulmones, y esto combinado con “nanotecnología” supuestamente favorece la remoción del cáncer. Posteriormente tambien se sopla humo de cigarrillo en la nariz y oídos del paciente. La fundadora de la clínica Griya Balur, la Dra. Gretha Zahar afirmó que ha tratado a más de 60,000 personas con humo de tabaco en la última década. Con un doctorado en nanoquímica por la Universidad de Padjadjaran, Zahar esta convencida que al manipular el mercurio que se encuentra en el humo de un cigarrillo se puede curar cualquier enfermedad e incluso se puede revertir el envejecimiento. “El mercurio es la causa de todos los males. En mis cigarrillos, los llamamos cigarrillos divinos, existen sustancias que remueven el mercurio del cuerpo”.

Y tras enterarnos de este supuesto tratamiento básicamente queda una interrogante: o estamos ante la mayor farsa de una campaña de propaganda sintonizada a intereses comerciales: convertir el veneno, falsamente, en antídoto. O, en caso contrario, estamos presenciando la consumación casi épica de la filosofía paracelsiana y la más radical manifestación de un tratamiento “homeopático”.




Fuente: pijamasurf