Azerbaiyán —país euroasiático junto al mar Caspio (de 9 millones de habitantes) e independiente desde 1991, con muy amplia mayoría islámica (90%)— acaba de firmar un acuerdo internacional con la Santa Sede (abril 2011) para garantízar el culto católico y la colaboración en el bien común ciudadano.

En línea constitucional, Azerbayán ha establecido la protección a los derechos humanos, acercándose a la esfera democrática del mundo occidental: “república democrática de Derecho, laica y unitaria”, con “la religión separada del Estado”, y con amplia libertad religiosa e igualdad de religiones (Constitución de 12-11-1995, arts. 7, 18, 48), aunque a veces con prácticas de gobierno menos democráticas, según la realidad social, que revelan un “camino por recorrer”.